jueves, 17 de marzo de 2011

¿Dios destruye? Por Colin y Russell Standish

La teoría de la Influencia Moral y sus asociados dicen que Dios no destruye, se ha diseminado no solamente a través de ciertas áreas académicas de nuestra iglesia (Universidad de Loma Linda) sino que también entre obreros de sostén propio.

En la conferencia del Santuario sostenida en la Universidad de Andrews en 1997, el Dr. Woodrow Whidden, Profesor de Religión de la Universidad de Andrews, hizo un emocionante ataque contra el manifiesto error de que Dios no destruye. Cito directamente de su trabajo:

Otras preguntas provocativas se elevan en sus cabezas: ¿Fue la destrucción de Sodoma y Gomorra simplemente la oportunidad circunstancial de una conspiración desafortunada de condiciones atmosféricas? 1 Elena de White dice “el Señor hizo llover fuego y azufre del cielo” 2. ¿Fue el juicio de Dios sobre Coré, Datán y Abiram solamente un trágico bostezo de una larga “falla” sísmica durmiente en el desierto de Sinaí? 3 Elena de White llama a este juicio de “la señalada manifestación del poder de Dios” 4. ¿Fueron la muerte de Ananías y Safira apenas debido a un problema de coronarias? 5 Elena de White se refiere a su muerte como “la señalada manifestación de la ira de Dios” 6 y continúa diciendo que “el mismo Dios que los punió, condena hoy toda falsedad” 7. ¿Será el “lago de fuego” meramente un acto pasivo por parte de Dios? En relación al “lago de fuego”, Elena de White dice que “Dios es para el impío un fuego consumidor” 8.

El Dr. Whidden también documentó la evidencia de que la ira Divina se manifestó en la cruz: ¿Y qué sucede en la cruz? ¿Fue o no fue una manifestación de la santa ira de Dios contra el pecado? Si las claras y directas palabras de Elena de White significan alguna cosa, el siguiente desafío necesita ser honestamente enfrentado: cualquier persona bien intencionada que cree que la teoría de la “influencia moral” elimina la teoría substitutiva de la expiación como una manifestación de la “ira” de Dios contra el pecado, necesita estar preparada para eliminar el capítulo del “Calvario” del libro “El Deseado de Todas las Gentes”. Creo que mi desafío es un poco chocante, ¡pero algunas las palabras son extremadamente claras como para ser ignoradas! Por favor, perciba claramente las siguientes citas de este climático capítulo de la obra más espiritual de Elena de White:

“Sobre Cristo como substituto y garante nuestro fue puesta la iniquidad de todos nosotros. Fue contado por transgresor, a fin de que pudiese redimirnos de la condenación de la ley. La culpabilidad de cada descendiente de Adán abrumó su corazón. La ira de Dios contra el pecado, la terrible manifestación de su desagrado por causa de la iniquidad, llenó de consternación el alma de su Hijo. Toda su vida, Cristo había estado proclamando a un mundo caído las buenas nuevas de la misericordia y el amor perdonador del Padre. Su tema era la salvación aun del principal de los pecadores. Pero en estos momentos, sintiendo el terrible peso de la culpabilidad que lleva, no puede ver el rostro reconciliador del Padre… Sintió la angustia que el pecador sentirá cuando la misericordia no interceda más por la raza culpable. El sentido del pecado, que atraía la ira del Padre sobre él como substituto del hombre, fue lo que hizo tan amarga la copa que bebía el Hijo de Dios y quebró su corazón” 9. “Él, el Expiador del pecado, soporta la ira de la justicia divina y por causa tuya se hizo pecado” 10.

Nuevamente en su lenguaje colorido, el Dr. Whidden declaró: Fuera de estas potentes y claras declaraciones, Elena de White deja abundantemente en evidencia de que hay un precioso énfasis en la pasiva justicia de Dios: “La justicia demanda que el pecado no sea meramente perdonado, sino que debe ejecutarse la pena de muerte. Dios, en la dádiva de su Hijo unigénito, cumplió esos dos requerimientos. Al morir en lugar del hombre, Cristo agotó el castigo y proporcionó el perdón” 11 “Así como Cristo lleva los pecados de cada transgresor así el pecador que no crea en Cristo como su Salvador personal... llevará la penalidad de su transgresión” 12.

¿Existe alguna diferencia apreciable entre ponerle un enchufe a algún sistema de apoyo de la vida y el conectar el sistema de apoyo de una silla eléctrica? Nuevamente, ¡yo creo que la respuesta es autoevidente! Porque Elena de White dice, nuestro Dios es amor; pero Su amor se expresa en justicia activa, no apenas pasiva. Ciertamente Él es nuestro “Dios” cercano y “amigo” 13, pero él es más que un preocupado vecino benigno que conmovedoramente nos hace señas a través de la ventana suplicándonos que eliminemos la “estupidez” de nuestras diversiones en el terreno del pecado. Él también es el Santo Dios que ha actuado y actuará nuevamente con justa ira contra los que rechazan Su misericordioso ofrecimiento de redención. Nuevamente, existen demasiadas referencias en relación a la ejecución activa de la justicia como para decir que la justicia es apenas un pasivo “sigamos adelante”.

La declaración del Dr. Whidden no puede ser controvertida, pero examinemos las Escrituras las cuales disipan aun más enérgicamente este error peligrosísimo y antibíblico. ¿Cómo podemos racionalizar la profecía de Dios al mundo antediluviano?

“Y dijo Jehová: raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho... Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá” 14.

Jehová se identifica a Sí mismo como el Creador, y con el doble uso del Yo, aun Yo, Él enfatiza que es Él, el Creador, el que destruye la vida. La unidad de este versículo es impelente. El Dios que creó, es el Dios que destruyó. Ningún otro poder hizo la destrucción.

Solamente aquellos que creen que Dios no destruye, basados, en el mejor de los casos, en un dudoso uso de las Escrituras, pueden decir que Dios no destruye al impío. Algunos teóricos de la Influencia Moral están queriendo admitir que Dios ha destruido la vida en la tierra de los humanos desobedientes, pero sostienen que es Satanás el responsable por la muerte eterna del impío. Mientras la caída de Satanás, los engaños y las tentaciones han sido responsables por millares de seres humanos rebeldes contra Dios, no puede haber dudas de que los impíos son destruidos eternamente por Dios.

“Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió” 15.

O nuestro Dios es veraz al declarar que el fuego de la segunda muerte proviene de Él desde el cielo, o entonces Él es un mentiroso. Las Escrituras declaran claramente que es imposible que Dios mienta. Apocalipsis 20:9 es un claro “Así dice el Señor”. ¿Osaremos desafiar la Palabra de Dios? ¿Por qué declara Él que este es Su extraño acto, si no fuese un acto de gran amor el destruir a los que no se arrepienten?

La erradicación final del pecado y de los pecadores, para siempre, del universo, y la destrucción de Satanás, dejan esto bien claro. ¿Cuántas veces más tendrá que usar nuestro Dios el pronombre personal “Yo”, para convencernos de que Él realmente destruye?

"Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus tratos fuiste lleno de iniquidad, y pecaste. Por eso te eché del monte de Dios, te arrojé de entre las piedras de fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Yo te arrojé por tierra, para que los reyes te vean.

Destruido para siempre. Con la multitud de tus maldades y de tus tratos deshonestos, ensuciaste tu santuario. Yo pues saqué fuego de en medio de ti, que te consumió, te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos, se asombrarán de ti. Espanto serás, y para siempre dejarás de existir" 16.

“¡Yo te destruiré!”. “¡Yo te arrojé por tierra!”. “¡Yo te colocaré delante de reyes!”. “¡Yo sacaré fuego de en medio de ti, y te devorará!”. “¡Yo te haré cenizas!”. Finalmente Dios le dice a Satanás, “para siempre dejarás de existir”.

Si la Palabra de Dios significa alguna cosa, entonces es más que tiempo que paremos de ser llevados por “los pérfidos sofismas de los rabinos” 17.

La voz de la mensajera es tan impelente como la de las Escrituras. A seguir viene dos declaraciones inequívocas. La primera tiene que ver con la destrucción de Coré y sus compañeros. Cuando muchos de los hijos de Israel se rebelaron, ellos atribuyeron el juicio de Dios como si fuese el juicio de Satanás. A través de esto ellos cometieron el pecado imperdonable. Qué tremenda advertencia para aquellos que están coqueteando con el mismo concepto hoy en día.

“Pero Coré y sus compañeros rechazaron la luz hasta quedar tan ciegos que las manifestaciones más señaladas de su poder no bastaban ya para convencerlos, las atribuían todas a instrumentos humanos o satánicos. Lo mismo hicieron los que, al día siguiente después de la destrucción de Coré y sus asociados, fueron a Moisés y Aarón y les dijeron: "Vosotros habéis muerto al pueblo de Jehová". A pesar de que en la destrucción de los hombres que los sedujeron, habían recibido las indicaciones más convincentes de cuánto desagradaba a Dios el camino que llevaban, se atrevieron a atribuir sus juicios a Satanás, declarando que por el poder de éste Moisés y Aarón habían hecho morir hombres buenos y santos.

Este acto selló su perdición. Habían cometido el pecado contra el Espíritu Santo, pecado que endurece definitivamente el corazón del hombre contra la influencia de la gracia divina. ‘Cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado: mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado’ (Mat. 12:32), dijo nuestro Salvador cuando las obras de gracia que había realizado en virtud del poder de Dios fueron atribuidas por los judíos a Belcebú. Por medio del Espíritu Santo es cómo Dios se comunica con el hombre; y los que rechazan deliberadamente este instrumento, considerándolo satánico, han cortado el medio de comunicación entre el alma y el Cielo.

Por la manifestación de su Espíritu, Dios obra para reprender y convencer al pecador; y si se rechaza finalmente la obra del Espíritu, nada queda ya que Dios pueda hacer por el alma. Se empleó el último recurso de la misericordia divina. El transgresor se aisló totalmente de Dios; y el pecado no tiene ya cura. No hay ya reserva de poder mediante la cual Dios pueda obrar para convencer y convertir al pecador 18.

La segunda declaración hace la distinción entre los juicios de Dios y los juicios de Satanás.

“Un solo ángel dio muerte a todos los primogénitos de los egipcios y llenó al país de duelo. Cuando David ofendió a Dios al tomar censo del pueblo, un ángel causó la terrible mortandad con la cual fue castigado su pecado. El mismo poder destructor ejercido por santos ángeles cuando Dios se lo ordena, lo ejercerán los ángeles malvados cuando él lo permita. Hay fuerzas actualmente listas que no esperan más que el permiso divino para sembrar la desolación por todas partes” 19.

Nuevamente, afirmamos que la noción de que Dios no destruye, es extremamente peligrosa. Almas se perderán al aceptarla. Primero, por implicación están declarando que nuestro maravilloso Dios es un mentiroso. Estos acusadores de Dios no tendrán un lugar en su reino.

Segundo, este concepto ha llevado a monstruosos argumentos a través de algunos proponentes. Algunos proponentes afirman que es Satanás el que destruye a los impíos en el tiempo del juicio ejecutivo. Cuando les preguntan, ¿qué sucede con Satanás? Ellos responden “Satanás comete suicidio”. Cuán sinceramente necesitan estas personas en forma urgente evaluar sus conclusiones a la luz de la cita citada anteriormente 19.

Tercero, no existe ninguna manera en que una persona pueda morir la segunda muerte a través de una aniquilación que no sea un acto de Dios. Aun si dudamos de la clara Palabra de Dios, toda vida en el universo es mantenida, momento tras momento, por Él. Al final de todo Él tendrá que retirar su “mano” sostenedora (desde luego que las Escrituras, tal como hemos visto, testifican que Él hace mucho más que eso). Si, debido a un falso entendimiento de Su cariñosa misericordia, justicia y amor, insistimos en que Dios no tiene ninguna participación en la muerte de los impíos, entonces lógicamente progresaremos (como lo han hecho muchos) hacia la doctrina de que todos serán salvos, porque Dios nunca destruye, ya sea activamente o pasivamente. Que tal consecuencia lógica de esta falsa enseñanza realmente existe, fue enfatizado a estos autores por un proponente del error “Dios no destruye”, el cual declaró: “Dios sería un monstruo mayor que Adolfo Hitler si Él destruyese al impío”. Entonces él declaró: “¡Finalmente hasta Satanás será salvo!”. Una doctrina así fomenta una falta total de preparación para enfrentar el juicio de Dios.

“Dios es amor” 20. Para que el plan de la salvación pueda ser completado y así el universo pueda ser limpiado una vez más, y para que el sufrimiento de seres eternos del universo sea una vez más eliminado, Dios tiene que destruir, en un acto de amor inimaginable, el pecado y los pecadores para siempre. “Los montes tiemblan delante de Él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a Su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan” 21.

Ciertamente son solemnes, y de consecuencias eternas, los peligros de las especulaciones que van más allá de la Palabra revelada de Dios.





Fuente: "VIENTOS DE DOCTRINAS" / capitulo 17
Autores: Colin y Russell Standish (Australia, 1933-Russell muerto en 2008), prominentes médicos y autores gemelos. han escrito numerosos libros sobre el estilo de vida adventista, creacionismo, sobre teología y en especial sobre la situación del adventismo en la actualidad. Reconocidos obreros de sostén propio, lideres de ministerios independientes y fuertes críticos del adventismo actual. Fundadores del Weimar Institute of Health & Education y el Hartland Institute. Y relacionados a Hope International, editora de Nuestro Firme Fundamento.
Nota: originalmente publicado el 6 de julio de 2007
Referencias. 1. Gen. 19:24. 2. EW, Patriarcas y profetas, pág, 160. 3. Num. 16:23-35). 4. EW, Patriarcas y profetas, pág, 401. 5. Hechos 5:1. 6. EW, Hechos de los Apóstoles, pág. 73. 7. Ibíd., pág. 76. 8. EW, Conflicto de los Siglos, pág. 673. 9. EW, El Deseado de todas la Gente, pág. 701. 10. Ibíd., pág. 704. 11. EW, Mensajes Selectos, T1, pág. 399. 12. Comentario Bíblico Adventista, T7, pág. 471. 13. ver el libro de Graham Maxwell “Siervos o Amigos, Redlands, CA; Pineknoll Publishings, 1992. He tomado esta metáfora de Dios como el vecino amigo de una propaganda en relación con este libro, la cual apareció en una edición reciente de la revista Christianity Today. 14. Gen. 6:7,17. 15. Apoc. 20:9. 16. Eze. 28:15-19. 17. EW, Discurso Maestro de Jesucristo, pág.102. 18. EW, Patriarcas y Profetas, pág. 429. 19. EW, Conflicto de los Siglos, pág. 672. 20. 1 Juan 4:8. 21. Nahum 1:5.




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sábado, 5 de marzo de 2011

Seis detalles sobre la segunda venida de Jesús. Por Marvin Moore

Mi esposa les puede decir que cuando ella va a ausentarse por varias horas, yo comienzo a preocuparme cuando no regresa a casa a la hora predicha. Afortunadamente, casi siempre tiene consigo su teléfono celular, y si no me llama, yo la llamo para saber cómo está.

El problema es que en algunas ocasiones, cuando sale de casa se olvida llevar su teléfono. Cuando sucede esto, y yo pensaba que regresaría a casa a las 8:00 p.m., si aún no ha regresado a las 9:00, comienzo a preocuparme, y cuando llegan las 10:00, ya estoy pensando si debo llamar a la policía para ver si ha habido un accidente en el área. Nunca he tenido que hacer esa llamada, pero he estado a punto de hacerla un par de veces.

No me importa tanto si mi esposa tiene que salir y regresa tarde, pero sí me interesa saber lo esencial: dónde está, la causa de cualquier retraso en regresar a casa, a qué hora puedo esperarla en casa, etc. Mi esposa ha aprendido que yo me preocupo bastante por su seguridad, así que si es posible, me llama para avisarme qué está pasando. Y por supuesto, se lo agradezco.

De una manera limitada, esto ilustra la preocupación que los cristianos a veces sentimos respecto del regreso de Cristo a este mundo. Así como mi preocupación por mi esposa, conocer los hechos puede ayudarnos a tranquilizar nuestra mente. A continuación encontrará seis detalles importantes que le serán útiles al considerar la segunda venida de Cristo.


Cuándo vendrá Jesús

Los discípulos de Jesús le preguntaron un día: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (S. Mateo 24:3). Jesús respondió esta pregunta de dos maneras.

Detalle 1: No sabemos cuándo Jesús vendrá. Durante el último siglo, varios grupos e individuos han fijado fechas para la segunda venida de Jesús, incluyendo fechas en 1914, 1964, 1988 y 1994. Durante la década de 1990, muchas personas predijeron que Jesús vendría en o alrededor del año 2000. Pero Jesús dijo: “Del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre” (vers. 36).

No hay sentido en que nosotros pongamos fechas para la segunda venida de Jesús o nos emocionemos cuando otros lo hacen. Muchas personas se han cansado de ver fechas ir y venir sin que pase nada, y pierden toda esperanza en el regreso de Jesús.

Detalle 2: Podemos saber cuándo su venida está cerca. Jesús sí dijo que podemos saber cuándo su venida está cerca, así como sabemos que el verano está cerca cuando las hojas comienzan a brotar en los arboles (vers. 32, 33). También nos dio varias señales para poder saber cuándo se aproxima su venida.

Una de estas señales es la predicación global del evangelio. “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones —dijo él— y entonces vendrá el fin” (vers. 14).

Nosotros los humanos nunca sabremos cuándo cada persona en esta tierra habrá tenido la oportunidad de escuchar las buenas nuevas de Jesús y su propuesta de vida eterna a todo aquel que cree en él. Pero un punto es muy evidente: hoy es más fácil que en cualquier otro momento de la historia humana compartir las buenas nuevas con cada ser humano. Piénselo. Por varias décadas hemos tenido la televisión, la radio, los libros, revistas y periódicos; ahora tenemos la Internet y la telefonía moderna. Dadas las circunstancias apropiadas, el mundo entero podría enterarse del evangelio de un día para otro.

La Biblia también dice que, poco antes que Jesús regrese, el mundo se verá fascinado por el espiritismo y la comunicación con espíritus demoniacos. Por ejemplo, Jesús dijo que antes de su regreso “se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (vers. 24). En un pasaje similar en Apocalipsis, Juan dice que “espíritus de demonios, que hacen señales”, reunirán a los reyes de la tierra en todo el mundo, para la batalla de Armagedón (Apocalipsis 16:14-16). Además, Pablo dice que en el tiempo de la venida de Jesús, Satanás se revelará “con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (2 Tesalonicenses 2:9).

Yo creo que no es casualidad que hoy día estamos viendo un aumento rápido en la “canalización” practicada por la Nueva Era y otras formas de comunicación con los muertos. Esta es una señal del pronto regreso de Jesús, y además es una advertencia de que no debemos aceptar a los obradores de milagros simplemente porque aparentan tener poderes sobrenaturales. Satanás puede obrar milagros, y obra sus milagros para engañar a la gente.


Cómo vendrá Jesús

Jesús predijo que antes que él regrese, impostores aparecerán en varios lugares de la tierra diciendo ser el Cristo. ¡Ten cuidado! —declaró—, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”. Por eso él advierte, “Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis” (S. Mateo 24:4, 5, 26).

Afortunadamente, nadie tiene que ser engañado. Hay tres maneras en que podemos reconocer al Jesús real cuando venga.

Detalle 3: Su venida será un evento público. El hecho es que la venida de Jesús será el evento más público en la historia del mundo. La Biblia dice: “Todo ojo le verá” (Apocalipsis 1:7), y Jesús mismo dijo: “Como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre” (S. Mateo 24:27).

No solo la venida de Jesús será visible, también será sumamente audible. Pablo dice: “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo” (1 Tesalonicenses 4:16). Además, le dijo a la iglesia de Corintios que “se tocará la trompeta” en la venida de Jesús (1 Corintios 15:52).

Detalle 4: Vendrá en las nubes. Jesús también dijo que vendrá “sobre las nubes del cielo” (S. Mateo 24:30), un detalle que se repite varias veces en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, en Apocalipsis, Juan escribió: “He aquí que viene con las nubes” (Apocalipsis 1:7). Luego, al describir una visión de la segunda venida de Jesús, Juan dijo: “Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre” (Apocalipsis 14:14).

Detalle 5: Los muertos serán resucitados. Jesús dijo, “Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz” (S. Juan 5:28). “Los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida” (vers. 29). Jesús no dijo cuándo esto sucederá, pero Pablo explicó que sucederá en la segunda venida de Jesús: “el Señor mismo… descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16).

A raíz de lo anterior, sabemos que cualquier persona que asegure ser Jesús es un impostor, a menos que aparezca en las nubes de los cielos con el sonido de una poderosa trompeta y resucite a los muertos.


Cómo estar listos

La pregunta más importante es: ¿Cómo podemos estar tú y yo listos para el regreso de Jesús? La respuesta es el sexto detalle importante sobre su segunda venida.

Señal 6: Puedes estar listo. Algunas personas que piensan que están listas para la segunda venida de Jesús descubrirán que no lo están. Él advirtió: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos” (S. Mateo 7:21).

¿Qué debemos hacer tú y yo para estar listos para la venida de Jesús?

Primero, debemos reconocer los errores que hemos cometido y corregirlos. Si hemos perjudicado a alguien, debemos enmendarlo. Y aunque Dios no requiere de nosotros que venzamos todos nuestros malos hábitos antes que él nos acepte, sí quiere que los reconozcamos y nos dispongamos a vencerlos. La Biblia llama a este proceso “arrepentimiento” y “confesión”. Además, debemos aceptar la muerte de Jesús en la cruz por nuestros pecados y pedirle que perdone tales pecados.

Cuando hemos cumplido todas estas condiciones, Dios hace dos cosas por nosotros. Primero, nos perdona. Y segundo, transforma nuestras mentes y emociones para que ahora odiemos las cosas malas que antes amábamos, y amemos las cosas buenas que antes odiábamos. A esto se lo conoce como “nuevo nacimiento”.


La esperanza de la venida de Jesús

¿Te estás cansando del dolor, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte? Dios promete que en el nuevo hogar que Jesús está preparando, él “enjugará… toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).

Cuando Jesús venga, aquellos amigos y seres queridos que eran creyentes y han muerto serán resucitados. Se reunirán con el pueblo de Dios que todavía vive sobre la tierra, “y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:17). Con razón la Biblia nos dice: “Alentaos los unos a los otros con estas palabras” (vers. 18).

¿No te gustaría estar listo(a) para encontrarte con Jesús cuando venga? Todo lo que tienes que hacer es pedirle que entre en tu vida. ¡Y el mejor detalle de todos es que puedes hacer esta oración ahora mismo!





Fuente: El Centinela
Autor: Marvin Moore, escritor adventista, editor de la revista "Signs of the Times". Autor de mas de 30 libros, de los cuales han sido traducidos al español, "La Gran Catastrofe', "Anticristo y Nuevo Orden Mundial", "El desafió del Tiempo Final", "Evangelio & legalismo" y "¿Será que podría pasar?". Imparte seminarios a través del ministerio "Hope for the End Time" Seminars



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